viernes, 23 de septiembre de 2016
la sociedad del exceso
lunes, 19 de septiembre de 2016
la infidelidad onírica
domingo, 11 de septiembre de 2016
el encinar oscuro y helado
Ya han pasado veinte años desde que corría a ciegas por un encinar oscuro y helado.
Ya llevo veinte años huyendo de esos muros, esos hongos y esos grafitis.
Huyendo de las promesas de la vejez y de los amigos, que son débiles y se derrumban pronto tras hacer lo que todos.
La gracia de volar un mundo para alejarse de aquéllos con los que uno quiere estar.
Ya hace veinte años de todo.
¿Es eso ser viejo? Darse cuenta de que todas las vivencias verdaderamente salvajes y excitantes que uno recuerda sucedieron veinte años atrás o más.
De cómo tu cerebro las construye y las destruye.
De cómo mueres lentamente sepultado por infinitas excusas para dejar de perseguir los sueños más tuyos.
jueves, 1 de septiembre de 2016
Posteconomía - 1 - Richer Sennett
Posteconomía (Antonio Baños Boncompain)
miércoles, 31 de agosto de 2016
no need miss me
With your voice you seduced me, I gave my love to you, and no more insanity will ever flow freely across the nameless lagoon. The seeds of boredom will stock at its shore. The seeds of boredom will remain there for us to rejoice, you know. The wild, the wilderness, contained. Waiting. No need miss me. Always by your side.
The day we’ll meet again is the only thing that matters, the sole milestone. The day we’ll finally be together; the day we’ll leave the land of the dead; the day we’ll be allowed to be liars again. Our tears to travel forever. The red, harsh rocks to scream their most scary curse. The rocks to call us back. The wild, the wilderness, contained. Waiting for us. No need miss me. Always by your side.
jueves, 25 de agosto de 2016
dime algo que no haya oído ya
los genes del dinero
charcos, plástico, niños y otras mierdas en el barro,
casas de madera, uralita y cartón a medio terminar.
La pobreza huele a lejía, orines y hambre,
y mientras, ellos exhiben arrogantes y barrocos
los genes del dinero bajo sus trapos barnizados,
y ajenos al dolor bailan al son de la vida que se apaga.