miércoles, 27 de enero de 2016

ovillo de esparto

Habiendo tanto que contar…
Y a escuchar sólo pocos hay dispuestos,
sin saber a quién o de qué forma.

Se acumula en la garganta,
un ovillo de esparto que no puedo tragar,
y con el que no es posible tejer.

Escasos minutos para colmar anhelos mesiánicos,
gérmenes de frustración que empujan
a gravar con cuchillos el desencanto en la piel.

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