viernes, 5 de noviembre de 2010

El anti-café

Con la mano izquierda envuelve la taza intentando absorber todo el calor.
Con la derecha maneja una cuchara y revuelve el café como si dispusiera de la eternidad para ello.

Piensa que, demasiado a menudo, es mejor no disponer de tiempo para detenerse a pensar.

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