domingo, 11 de diciembre de 2011

envejecido

Viejo de envejecido, 
blando entre el pelotón, 
era timorato con mi escalpelo, 
pero supe antes que nadie 
quién era el impostor. 
 
Fue la sureña de rostro cifrado, 
aquélla que nos secuestró 
con su mirada desafiante; 
ese alud de lodo que inundó 
el valle entre nosotros.
 
 
Avis, Alentejo, Portugal (2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario