domingo, 29 de mayo de 2022

Homage to Catalonia (George Orwell)

“La policía llevó a cabo el registro según el típico estilo de la GPU o de la Gestapo. (…) registraron todo con increíble escrupulosidad. (…) La tarea les llevó unas dos horas. Sin embargo, durante todo ese tiempo, en ningún momento registraron la cama. Mi esposa permaneció acostada y podría haber ocultado una docena de metralletas debajo del colchón y toda una biblioteca de documentos trotskistas debajo de la almohada. (…) probablemente esos hombres fueran miembros del Partido Comunista. Pero también eran españoles, y echar a una mujer de la cama era demasiado para ellos.”

“Por primera vez desde que estaba en Barcelona fui a la catedral [la Sagrada Familia], un edificio moderno y de los más feos que he visto en el mundo entero. A diferencia de la mayoría de iglesias barcelonesas, no había sufrido daños durante la revolución; se había salvado debido a su ‘valor artístico’, según decía la gente. Creo que los anarquistas demostraron mal gusto al no dinamitarla cuando tuvieron oportunidad de hacerlo (…).”

“El 18 de Julio, cuando estalló la lucha, es probable que todos los antifascistas de Europa sintieran renacer sus esperanzas: por fin, aparentemente, una democracia se levantaba contra el fascismo. Durante muchos años, los países llamados democráticos se habían sometido al fascismo reiteradamente. Se había permitido a los japoneses hacer lo que habían querido en Manchuria. Hitler había subido al poder y se había dedicado a masacrar a sus opositores políticos de todos los colores. Mussolini había bombardeado a los abisinios mientras 53 naciones apenas si hicieron oír sus piadosas quejas desde la distancia. Pero cuando Franco trató de derrocar un gobierno tibiamente izquierdista, el pueblo español, contra todo lo esperado, se levantó y le hizo frente. Parecía, y posiblemente lo era, el cambio de la marea.”

“Se distribuyeron las armas y, en las ciudades importantes del este de España, los fascistas fueron derrotados mediante un tremendo esfuerzo, principalmente de la clase trabajadora, con la colaboración de parte de las fuerzas armadas que se mantenían leales. Se trata del tipo de esfuerzo que quizá sólo puede realizar un pueblo que lucha con una convicción revolucionaria, esto es, que lucha por algo mejor que el statu quo. Se cree que, en los diversos centros de la rebelión, 3000 personas murieron en las calles en un solo día. Hombres y mujeres armados tan sólo con cartuchos de dinamita atravesaban corriendo las plazas abiertas y se apoderaban de edificios de piedra controlados por soldados regulares provistos de ametralladoras. Los nidos de ametralladoras que los fascistas habían colocado en puntos estratégicos fueron aplastados por taxis que se precipitaron sobre ellos a 100 km por hora. (…) resultaría muy difícil creer que los anarquistas y socialistas (...) hacían todo eso a fin de preservar la democracia capitalista, la cual, especialmente desde el punto de vista anarquista, no era más que una maquinaria centralizada de estafa.”

                                                 Homenaje a Catalunya (George Orwell)
 

 
Pirineus mountain range, Catalunya (2007)
 
 
Nota: El café que George Orwell dejó pendiente en el cerco de Huesca de 1937, en este link

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