lunes, 5 de julio de 2021

los ritos de siempre

Ya no escribo. Escribir cuesta. Poco a poco, vamos abandonando todo lo que nos exige el más mínimo esfuerzo, por leve que sea. Y encontramos –tenemos que hacerlo– la épica en las cuestiones más nimias y mundanas; la pequeña épica de nuestro día a día. Sin ir más lejos, hoy, al saltar el temporizador, he visto a las tostadas dar un mortal hacia atrás –bueno, es difícil decir qué es hacia delante y hacia atrás de una tostada– y volver a entrar en la tostadora. Y un enorme lamento ha sacudido todo mi ser, pensando en la gran pena que era que no lo hubiese podido filmar y colgar en Instagram, y que la humanidad se lo hubiese perdido.

Por lo demás, los ritos de siempre, mientras espero a ser el siguiente; me he tenido que comprar una botella de Seagrams y 6 latas de tónica para acabarme una bolsa de hielo que tenía en el congelador. Es que the show must go on, y, como decía el gran Lao Tse, “una cámara llena de oro y jade, nadie la puede guardar”. Pero hay días que cuesta mucho reunir la energía para que el show continúe. Hace poco, me marcó lo indecible la muerte del padre de mi amigo, y aún más lo que mi amigo escribió de él: “he taught me how to live, and how to die”. Un padre que le enseñó a su hijo cómo vivir, y cómo morir. ¿Y quién se lo enseñó a él? ¿Cuándo, cómo y por qué supo que esa era la forma correcta de vivir y de morir? ¿Querría yo que mi padre viviese y se fuese haciendo poco ruido, ordenadamente, y sin montar un gran escándalo? ¿Lo querría él? ¿Querría mi hijo que yo me fuese igual, enseñándole parsimoniosamente cómo se hace, sin aspavientos, doblando mis últimas camisetas y calzoncillos y poniéndolos en un cajón, o que me despidiese de este mundo destrozando con furia la habitación de un hotel con una motosierra, tras una orgía de tres días?

El juicio pocas veces es lento. La botella cunde más cuando menos nos importa que baje. La persona que añoramos nadie la puede guardar, y la que está ahí a nuestro lado, se escurre entre nuestros dedos. Somos líquidos, y no lo podemos evitar.

Nota: de la serie "historias de Perdición"; aquí el resto: https://joseirojas.blogspot.com/2022/01/historias-de-perdicion.html
 

toilet of a petrol station somewhere in Sicily, Italy (2014)