sábado, 11 de marzo de 2023

la policía - un análisis crítico (Colectivo La Plebe) - 4 - el orden

Cuando la policía patrulla las calles, lo que busca es el orden. La calle no es el lugar en el que se gesta el delito grave y mucho menos es el lugar en que, en caso de gestarse, se detecta. Ninguna estafa millonaria se gesta en la calle, sino en oficinas con buena conexión a internet. Ningún homicidio se planifica en la calle. Ningún asesinato se proclama en la calle justo a tiempo para que un afortunado coche policial pase por allí y lo evite. Quienes deciden que miles de personas se inmolen por la patria, la religión o el petróleo no lo hacen en la calle. La destrucción del medio ambiente no se diseña en las calles, sino en despachos de madera noble. Hay más violaciones evitadas por vecinos que por policías (lógicamente, pues vecinos somos todos, y estamos en todas partes). La calle es el lugar de la falta menor, del pequeño desorden, del paso de personas, siempre sospechosas, pero no del daño social. Las patrullas guardan de la alteración de lo cotidiano, de la paz del pequeño comerciante y del vecino miedoso aleccionado por los telediarios, que plasman los barrios y los pueblos como lugares de riesgo. Las patrullas han ido sustituyendo a los vecinos. Allá donde había niños y viejos de manera permanente, ahora solo quedan policías aparcados y gente que pasa. Ese es el ideal del capitalismo: nadie fijo, nadie quieto, todo el mundo caminando hasta el comercio más próximo, mientras en una esquina, aparcados, los agentes del orden vigilan que nadie se pare.

                                           La policía - Un análisis crítico (Colectivo La Plebe)

 
barrio de El Tubo, Zaragoza, Aragón (2023)