en fase con la vieja escuela

Fue sorprendido por la espalda, el anciano ottawa como el de la peli de Eastwood, protegido de la ventisca con su gran sombrero de fieltro gris y ala ancha, oteando el horizonte con los ojos entrecerrados. Fue sorprendido por la espalda, decía, el anciano ottawa. Los merodeadores de medianoche que lo sorprendieron se mecían unas horas antes con el vaivén en el vagón de un viejo tren de mercancías, y él siente, eso sí, una vez sorprendido por los merodeadores, como buen ottawa que es, cuan embriagador es el viento de la pradera, el trote vigoroso a lomos del mustang de su abuelo a un ritmo trepidante, en fase con los temas del techno de la vieja escuela de Lester Fitzpatrick, del techno del metal y el automóvil de Detroit. Eso siente, el buen anciano ottawa, tras ser sorprendido por los merodeadores de medianoche, con sus cascos puestos y el technazo a todo volumen.

 

 

Paraweka Marae, Whanganui River Road, Manawatu-Whanganui, North Island, New Zealand (2012)