viernes, 18 de febrero de 2022

solo tengo un consejo (ampliado)

Solo tengo un consejo que darte sobre la juventud, hija: ¡sobrevive!

Luego ya viene todo rodado… todo cuesta abajo... sin apenas sobresaltos... la cuestión, hija, es… ¡sobrevive! Luego ya viene todo rodado… todo cuesta abajo... ya verás…

Te habrás pasado media vida queriendo ser adulta –pues sí, ya ves si es triste; qué hay más triste que muchos adultos, te preguntarás, y llevas toda la razón–, para luego, la otra media, añorar volver a la infancia… o la adolescencia –¡o a tus 20! ¡da igual! ¡volver atrás! ¡como sea!–, con una creciente sensación de haber sido estafada… Una parodia con arrugas de ti misma, queriendo volver a revivir esos tiempos pretéritos que ya nadie te devolverá... Un querer y no poder, o, directamente, un querer y no querer también, porque, por vagueza, miedo u otras excusas, no te lanzarás, cuando puedas, a revivirlos, porque oportunidades muchas habrá –¡ya verás, y a mí no me vas a engañar!–, o las podrás fabricar, aunque todo parezca ahora tan incoherente. No sé si me explico… Me parece que me estoy yendo por las ramas… y este árbol tiene tantas…

–tras unos instantes pensativa– ¿Por dónde iba? … ¡Ah, sí! ¡Óyeme lo que te digo! Nadie quiere ser uno mismo, de adulto, sino vivir una fantasía –¡y, a menudo, la fantasía que una ya fue!–, y esto es ahora más fácil que nunca, la puedes crear con el móvil y tus pulgares. Es una fantasía muy golosa, que no exige el más mínimo esfuerzo, solo el móvil y tus pulgares. No te dejes atrapar, ¿eh?… ¡no te dejes atrapar! ¿¡me escuchas!?, por el móvil y tus pulgares.
 
***
 
"– En general no se piden consejos –decía [Athos]– más que para no seguirlos, o para tener a quien echar la culpa de lo que suceda, si se siguen."
                                                 Los tres mosqueteros (Alexandre Dumas)
 
 
anti-Sonar, Hospitalet de Llobregat, Catalunya (2005)
 

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