Dos gloriosas tradiciones del Barça:
1) el Barça es tan y tan generoso que cada temporada se deja ganar en casa por el colista (esto es así desde que se dejó ganar por el Hércules en la temporada de Bobby Robson y Ronaldo Nazario de Lima -3 a 0 al final de la 1era parte, habiendo podido marcar 9 goles tranquilamente, y acabando finalmente 3 a 4-, y este año, por ejemplo, ganó de milagro y empató de milagro –pues en ambos partidos perdía a pocos minutos del final– contra los dos últimos de la clasificación: Almería y Granada)
2) el Barça es tan y tan generoso que siempre (que no va a ganar títulos) nos regala la semana trágica en la que de golpe pierde dos títulos (y si se le pone a tiro perder los tres de golpe, pues también, aunque ya es más difícil que eso ocurra, por los caprichos del calendario), para así no alargar innecesariamente la agonía de los aficionados, y que podamos ventilar el duelo de un plumazo (aunque ayer el árbitro nos echó una gran mano, porque estos jugadores del Barça no parecían estar del todo por la labor de perder ya la Liga)
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