"Cómo Robert Graves anticipó con su poesía la deriva tecnológica", artículo de eldiario.es:
Aquí mis notas sobre el libro "Siete días en Nueva Creta", de Robert Graves:
1) sólo soy poeta en ocasiones
https://joseirojas.blogspot.com/2022/05/siete-dias-en-nueva-creta-robert-graves.html
2) los fantasmas carecen de importancia
https://joseirojas.blogspot.com/2022/06/siete-dias-en-nueva-creta-robert-graves.html
3) cuando se rebelaron contra la Diosa
https://joseirojas.blogspot.com/2022/06/siete-dias-en-nueva-creta-robert-graves_9.html
4) ¿acaso la gente tiene que ser prácticamente idiota?
https://joseirojas.blogspot.com/2022/06/siete-dias-en-nueva-creta-robert-graves_10.html
Texto del artículo: “Además de producir cosas hermosas, la pasión rectora de mi vida ha sido y sigue siendo el odio a la civilización moderna”. Diseñador textil, artesano, novelista, poeta, fundador de las Arts & Crafts, activista socialista, amante de la belleza y el arte y ferviente apasionado de la Edad Media, William Morris (1834-1896) desató implacable su ira contra las miserias del capitalismo industrial, el comercialismo masivo, la vulgaridad del progreso y el adocenamiento espiritual y volvió la mirada hacia nuevos –en realidad, antiguos– espacios de vida más próximos a la naturaleza, la justicia social y la plenitud. No sería, sin embargo, el único ni el último que apelaría a la recuperación de la armonía del hombre con el entorno. Una nueva investigación ha arrojado luz sobre el apego vital que experimentó el afamado poeta Robert Graves –quien fijó su residencia en Mallorca en 1929–, fruto del trascendental papel que las montañas y el paisaje jugaron para despertar en el autor británico este amor por la vida.
De ello se ha encargado Eduard Moyà, traductor de Graves al catalán, escritor y profesor del Departamento de Filología Española, Moderna y Clásica de la Universitat de les Illes Balears (UIB), quien se sumergió en las inquietudes del escritor en el marco de sus investigaciones sobre la imaginería proyectada por la mayor de las Balears en los viajeros ingleses del siglo XIX.
En este contexto, una de las piezas clave es Robert von Ranke Graves, “una pieza totémica”, remarca Moyà en declaraciones a elDiario.es, en las que señala cómo el poeta, a raíz de dos “experiencias iniciáticas” que le marcaron en su juventud, dedicaría su vida a establecer un permanente contacto con la naturaleza, alejado con ello del progreso tecnológico. Primero entre las escarpadas laderas del norte de Gales, más tarde entre los olivos y el anfiteatro rocoso de la mallorquina Serra de Tramuntana.
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