sábado, 18 de octubre de 2025

Techno-feudalism (Yanis Varoufakis) - 11 - outrageous

The secret of the new ruling class
The technologies that gave rise to cloud capital have proven more revolutionary than any of their predecessors. They have allowed cloud capital to develop capabilities that previous types of capital goods never had. It has simultaneously become an attention-getter, a desire-maker, a driver of proletarian labor (cloud proletarians), a trigger for a massive, free labor force (cloud serfs), and a creator of privatized digital transaction spaces (cloud fiefdoms like amazon.com) in which neither buyers nor sellers enjoy the choices they would have in normal markets.
 
In this process, the cloudists—some consciously, others unthinkingly—have changed everything that previous versions of capitalism had taught us to take for granted: the idea of ​​what constitutes a commodity, the ideal of the autonomous individual, the ownership of identity, the context of politics, cultural propagation, the nature of the state, the structure of geopolitics. How did the cloudists finance all this? (…) How on earth did the cloudists convince the big central banks to finance them in this way?
 
The unintended consequences of 2008
In the 15 years since capitalism had its near-death experience, central banks (…) have been printing money and funneling it to financiers. In their view, they have thus saved capitalism. In fact, they have changed it completely, by helping to finance the emergence of cloud capital. 
 
(…) In April 2009, the G7 central bankers (…) agreed to do whatever was necessary to bail out the banks. It was the sensible thing to do. The absurdity was that, in addition to saving the failed banks, they bailed out the bankers responsible for their failure—whose behavior had been almost criminal—and for their disastrous practices. What's worse, in addition to practicing socialism with the bankers, they subjected the working class to brutal austerity. Cutting public spending in the midst of a recession is always a terrible idea. Doing so while printing mountains of money for the financiers wins the prize for sheer stupidity. Not only was it a blatant double standard that did incalculable damage to a generation's faith in the political class, but it also had a lethal effect on the economy.
 
Austerity is not only bad for workers and people who need the State aid in difficult times, but it also kills investment. (…) Inequality did not decrease because the incomes of the poor grew more slowly than those of the rich, but because their incomes actually decreased, while financiers and large corporations accumulated profits. When an activist State extraordinarily enriches bankers whose almost criminal activities drove a majority of the population into poverty, while they are punished with counterproductive austerity, two new disasters are created: poisoned politics and economic stagnation. There's no need to delve into poisoned politics; we've all endured the nightmare, from the neo-Nazis in Greece to Donald Trump. But (…) why does the increase in wealth of the ultra-rich stagnate capitalism?
 
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El secreto de la nueva clase dirigente
Las tecnologías que engendraron el capital en la nube han demostrado ser más revolucionarias que cualquiera de sus predecesoras. Han servido para que el capital en la nube desarrollara capacidades que nunca tuvieron los anteriores tipos de bienes de capital. Se ha convertido, al mismo tiempo, en captador de atención, fabricante de deseos, impulsor del trabajo proletario (los proletarios de la nube), desencadenante de una mano de obra gratuita y masiva (los siervos de la nube), y además, en creador de espacios de transacción digital privatizados (los feudos de la nube como amazon.com) en los que ni los compradores ni los vendedores disfrutan de las opciones que tendrían en los mercados normales.

En este proceso, los nubelistas –algunos de manera consciente, otros sin pensarlo– han cambiado todo lo que las versiones previas del capitalismo nos habían enseñado a dar por sentado: la idea de qué constituye una mercancía, el ideal del individuo autónomo, la propiedad de la identidad, el contexto de la política, la propagación cultural, la naturaleza de Estado, la estructura de la geopolítica. ¿Cómo financiaron los nubelistas todo esto? (…) ¿Cómo demonios convencieron los nubelistas a los grandes bancos centrales de que los financiaran de esta manera?

Las consecuencias imprevistas de 2008
En los 15 años transcurridos desde que el capitalismo tuvo una experiencia cercana a la muerte, los bancos centrales (…) han estado imprimiendo dinero y canalizándolo hacia los financieros. A su juicio, así han salvado al capitalismo. En realidad, lo han cambiado por completo, al contribuir a financiar la aparición del capital en la nube.

(…) en abril de 2009, los banqueros centrales del G7 (…) acordaron hacer lo que fuera necesario para reflotar a los bancos. Era lo sensato. Lo absurdo fue que, además de salvar a los bancos quebrados, rescataron a los banqueros responsables de su fracaso –cuyo comportamiento había sido casi delictivo– y de sus fatales prácticas. Lo que es peor, además  de practicar el socialismo con los banqueros, sometieron a la clase trabajadora a una austeridad brutal. Recortar el gasto público en medio de una recesión es siempre una pésima idea. Hacerlo mientras se imprimen montañas de dineros para los financieros se lleva el premio a la estupidez manifiesta. No solo se trató de un descarado doble rasero que hizo un daño incalculable a la fe de una generación en la clase política, sino que tuvo un efecto letal en la economía.

La austeridad no solo es mala para los trabajadores y las personas que necesitan ayuda del Estado en épocas difíciles, sino que, además, acaba con la inversión. (…) La desigualdad no disminuyó porque los ingresos de los pobres aumentaran con mayor lentitud que los de los ricos, sino porque sus ingresos disminuyeron en realidad, mientras los financieros y las grandes empresas acumulaban ganancias.

Cuando un Estado activista enriquece extraordinariamente a los banqueros cuyas actividades casi delictivas llevaron a la miseria a una mayoría parte de la población, mientras ésta es castigada con una austeridad contraproducente, se provocan dos nuevas desgracias: una política envenenada y un estancamiento de la economía. No hace falta profundizar en la política envenenada, todos hemos soportado la pesadilla que va desde los neonazis de Grecia hasta Donal Trump. Pero (…) ¿por qué el hecho de que los ultrarricos aumenten riqueza estanca el capitalismo?


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