Nuccio Ordine sobre Herzen y “los mercaderes sin tiempo”: … y, al mismo tiempo, cultivando las apariencias (“[optando por] parecer
en lugar de ser”; p. 556). En un contexto social en el que se atiende
más a la “respetabilidad exterior” que a la “dignidad interior”, no es
sorprendente que “la ignorancia más supina se tenga por una suerte de educación”.
Y puesto que “todo lo que se aparta de las relaciones comerciales y de la explotación
de la propia posición se aleja de lo esencial [en la sociedad pequeño-burguesa],
su educación tiene que ser por fuerza limitada”; p. 556. Allí donde la vida se configura
como “una perpetua lucha por la obtención de dinero”, el hombre acaba “de facto“
transformado “en un bien más del sistema de la propiedad”; p. 554.
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