“Sobre el tema de
la estirpe (…) una entrevista que me encanta [21 de febrero de 2011 en La
Contra de La Vanguardia]. El entrevistado era Salvador García-Atance (…) su
biografía es la de un capitalista heroico (…) Haga lo que haga, el tipo tiene
éxito, y además es deportista, solidario… En fin, insoportable.
El caso es que el
hombre arremete contra las familias que dejan herencias (…) todos debemos
labrar nuestro destino, perseguir nuestro sueño, no reblandecerse por la
fortuna familiar (…) Según S. G.-A.: “Hoy en las sociedades más avanzadas lo
natural es empezar desde cero (…), crear riqueza y morir pobre, después de
haber reinvertido en la sociedad lo que ganaste”. Eso es una biografía muy
Nueva Edad Media (…) se trata de dedicar tu vida a la muerte del infiel y la
conquista para luego morir con hábito de monje y oliendo a filantropía (…) Pide
un aumento del impuesto de sucesiones porque cree en el libre mercado y el
capitalismo (…) “que triunfa porque valora y aprovecha más que ningún otro
sistema el mérito y el esfuerzo personal”. Pero (…) el periodista (…) le hace
una pregunta inocente: “¿No le dejaría a los niños ni el pisito?”. Y emerge
entonces el auténtico liberal Thatcheriano: “Tampoco soy un talibán, a todos
nos gusta ayudar a nuestros hijos. Y la educación es lo más valioso que podemos
darles: esa sí es una inversión fructífera, que, además, redunda en bien de
todos”.
Por supuesto, no se
trata que hereden fortunas, sino proporcionarles la posibilidad de acceso a las
fortunas: másteres, MBA, contactos en el Country Club… (…) “La solidaridad del
linaje” (…). Desmantelada la lealtad al Estado/patria, las élites regresan a su
patria natural: el clan (…). Se trata del acceso a la educación exclusiva, a
los créditos apropiados, a los círculos que cuentan. El hombre [García-Atance]
no es un talibán. La dureza de la competencia capitalista, la sombra del
fracaso y la exclusión son cosas buenas, pero fuera de casa. Para los renacuajos
de otra charca. El liberal-no-talibán sí cree en el subsidio no por méritos
sino por coincidencia de apellidos.”
Posteconomía (Antonio Baños
Boncompain)
No hay comentarios:
Publicar un comentario