domingo, 9 de octubre de 2022

el discurso de un rico republicano sobre Medicare

Aeropuerto de Newark, New Jersey, USA. 1 de Agosto de 2009. En la cola para pasar por el arco de seguridad, cedo el paso a una empleada del aeropuerto, que empuja una silla de ruedas en la que va sentada una mujer muy mayor. A su lado camina un hombre de unos 70 años que supongo será su hijo. Sin poder evitarlo, empiezo a prestar atención a lo que el señor le está diciendo a la empleada, como parte de un extenso e interesante monólogo criticando las políticas de la administración Obama. Parece que sabe muy bien de lo que habla, y lo explica todo de un modo sencillo, me imagino que porque cree que, de este modo, la empleada, que no debe tener grandes nociones de economía, y que no abrirá la boca en todo el tiempo que permanezcan a mi lado, lo podrá entender. Hasta aquí todo bien. Pero entonces empieza a cargar contra la iniciativa de Obama de crear un sistema de sanidad público, Medicare, y suelta tan tranquilo una interminable retahíla de perlas (muchas de las cuales son mentira): que si la seguridad social en Canadá y en Europa es un desastre… que no podemos ser todos iguales… que sí, que lo admite, que las ideas socialistas parecen muy bonitas, pero que los ricos lo son por algo, y por lo tanto merecen algo diferente del resto… y tantas otras pamplinas increíbles que me gustaría ser capaz de recordar al pie de la letra.

Mientras habla, pienso tantísimas cosas que querría soltarle… Creo que jamás he tenido más ganas de entrometerme en la conversación (bueno, monólogo) de un desconocido; decirle “Usted no tiene ni idea de lo que habla. La seguridad social en Canadá y en Europa funcionará mejor o peor (en algunos lugares muy bien), pero al menos existe, y presta un servicio valiosísimo, infinitamente mejor que que no haya nada, y que sólo se pueda curar quien se lo pueda pagar”. Este hombre, pienso, por lo que dice, probablemente sea rico; aunque no tendría por qué necesariamente, pues me consta que, igual que aquí tenemos a nuestros “obreros” del PP, en USA hay muchos pobres republicanos y contrarios al Medicare –¿la empleada que empuja la silla, que tal vez debe hacer cada día un viaje de 2h en bus al curro por no poder pagarse una casa cerca y/o un coche?–. Supongo que, tras décadas expuestos a la acción de tantos y tantos interesados en la satanización del socialismo y el comunismo, muchos estadounidenses llevan ya en los genes el rechazo a medidas socialistas (pocos pueden resistir tamaño bombardeo desde la infancia y tan prolongado en el tiempo). Pero lo que es ese señor, sin lugar a dudas, es: 1) o un gran desconocedor de la realidad de los países con seguridad social, sea por estar poco viajado, o por estar mal informado (porque otro comportamiento clásico del ser humano es informarse sólo a través de medios que dicen lo que uno quiere oír, o filtrar la realidad y sólo retener en el cerebro la información que refuerza los apriorismos de uno), o 2) un ser extremamente mezquino que miente a sabiendas. La otra inmensa pena es que en los países con seguridad social haya ignorantes que no son conscientes de lo afortunados que son por poder disfrutar de tales servicios. Sin ir más lejos, este verano, a la suegra de mi hermana, de viaje por California, le cobraban 5000 dólares diarios por ocupar una cama en el hospital, a lo que luego se debía añadir los costes de las diferentes pruebas médicas que le realizaron, también en el orden de los miles de dólares [meses después llegó la factura final: 52.000 dólares, por menos de 24h en el hospital, olé sus huevos]. Ese sistema sanitario es simple y llanamente grotesco, atroz e inhumano.
 
 
 

 



 


 New York City, New York, USA (2009)

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