Hay días que el mundo se levanta con ganas de tocar las pelotas,
que los trenes ya no esperan a los cojos ni a los tuertos,
y trampas nos asaltan en forma de viviendas adosadas e hipotecas golosas,
epidemias, plagas, de separados y divorcios,
reclamos peligrosos para las depredadoras sibilinas,
haciendo las delicias de los más sucios oportunistas.
Días de penumbra en que los trenes ya no esperan,
¡qué digo! ¡se recrean! haciendo correr a los cojos y a los tuertos,
y cegados e insensibles, se abren paso los rayos en la tormenta,
los justos, la herrumbre y las cadenas, y las fotos de la sirena,
días que el mundo se levanta enojado, y a todos nos lo restriega.
at the foot of Taormina, Sicily, Italy (2014)
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