Quisiera poder acelerar el
tiempo para haber vivido ya una vida junto a ti. ¡Bah! ¡Largo de mi cabeza,
pensamientos cancerosos! ¿Será posible que exista alguien tan incapaz de
disfrutar siquiera un instante presente de nada? Nunca hubo borrachera tan poco
productiva, ni rabia tan ridículamente injustificada. Alcohol que sólo sirvió
para aliviar el enojo de una lombriz, los problemas patéticos de un pequeño
burgués. ¡Puta mierda! ¡Ojalá me ahogue
en él algún día! Pero no puedo dejar de pensar en ti... y el beso en el sofá, que
sentimos que no era como cualquier otro. El beso que se rebeló; el que
quería trascender. Un beso lleno de promesas y
esperanzas. Un beso de otro mundo.
Manipuladora
eres, mi mente.
Pretendes
endulzar unas vivencias amargas.
dedicado a Paola
Tacheles, Berlin, Germany (2005)
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