El otro día estaba
pensando en el mundo sin mí. Ahí está el mundo, siguiendo con sus cosas. Y yo
no estoy allí. Muy extraño. Pensar en el camión de la basura, que pasa a
recoger la basura, y yo no estoy allí. O en el periódico, tirado en la entrada
de mi casa, y yo no estoy allí para recogerlo. Imposible. Pero lo peor de todo
es que algún tiempo después de mi muerte se me va a descubrir de verdad. Todos
los que me tenían miedo o me odiaban cuando estaba vivo abrazarán de repente mi
memoria. Mi palabras estarán en todas partes. Se crearán clubs y sociedades.
Será como para ponerse enfermo. Se hará una película de mi vida. Me pintarán
mucho más valiente de lo que soy, y con mucho más talento del que tengo. Mucho
más. Será como para hacer vomitar a los dioses. La especie humana lo exagera
todo: a sus héroes, a sus enemigos, su importancia. Esos cabrones. Toma,
ya me siento mejor. Maldita especie humana. Toma, ya me siento mejor.
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